Es una historia que siendo historia se volvió cuento,
y es por eso que ahora la cuenta el cuentista
sentado y triste,cabizbajo inmerso en el mar del olvido,
allá donde el día sin paraíso,muere al alba;
la canción a guitarra entre cuerdas y polvo,
consuela el alma.
consuela el alma.
Cuenta del Mar que enamorado abrazaba al caer la tarde
a la Luna que silenciosa, triste volvía,
que siendo hija del Viento éste no la quería,
lloraba la Luna,lloraba sus penas,
lloraba jadeante su poca fortuna;
lloraba la Luna,lloraba sus penas,
lloraba jadeante su poca fortuna;
el Mar le cantaba canciones de cuna
abrigando sus penas,amando a la Luna,
que el Mar a su vez sintiéndose amado,
ya solo no estaba y todo podía.
Con amor y canciones el Mar conseguía
que el Mar a su vez sintiéndose amado,
ya solo no estaba y todo podía.
Con amor y canciones el Mar conseguía
que la Luna danzara,que la Luna riera
que feliz a su lado este amor no muriera.
La cuenta el cuentista,como sin querer la cuenta,
con voz apagada y ojos perdidos,
diciendo que hay veces que el amor no encuentra
la dicha soñada y faltan las lágrimas
la dicha soñada y faltan las lágrimas
para contar historias que se volvieron cuentos
que ya se perdieron en las brisas del tiempo.
Fue el Sol envidiando, la danza de amor
entre el Mar y la Luna
que teniendo de telón el firmamento,
cada noche se hacía;
de amor y de Luna
de Mar y fortuna.
Fue el Sol obstinado a robarse a la Luna
cual niño queriendo lo que no será suyo,
con sus rayos enceguecía el Sol a la Luna
muy lejos del Mar,inventándole mundos,
diciéndole que él mejor la podría amar.
Ingenua y curiosa la Luna de ojos ciegos con el sol se perdía
pensando que al llegar el alba a su Mar volvería,
no sabiendo que el Sol pretendía que a su lado reinara
y allí por siempre brillando quedara.
Atrapada se hallaba la Luna,
en un cielo de Sol,que no era suyo,
lejos del Mar donde danzaba,
la Luna casi ya no brillaba,
mas el Sol iracundo,violento se elevaba
dispuesto a matar la luz y también a la Luna
si al Mar ella volvía por su amor y fortuna.
El Mar en respuesta tempestades hacía
oleajes airados sobre barcas perdidas
marineros incautos en sus olas mecía
que el Mar no haya calma de amor o fortuna,
si esta lejos la Luna.
El Mar embravecido y el Sol impetuoso estaban
que todo lo que de ellos nacía
también en su furia así lo mataban;
que si del Mar era Luna,el Sol la tenía,
y que si el Sol la tenía,del Mar era Luna.
Quizo la Diosa terminar con tal disputa
que solo la vida en la tierra dañaba
y puso a Luna en su regazo como en una real cuna,
el Sol en castigo la vería solo un instante
entre el ultimo atardecer y la noche,
y el Mar la tendría para amarlo y danzar
antes de al alba volver a su cuna.
Amándose así,viven el Mar y la Luna
en encuentros furtivos
en danzas felices de amor y fortuna
que dura un instante como dos fugitivos,
que por amarse cayeron cautivos.
Y cuenta el cuentista como sin querer lo cuenta,
que en noches sin Luna o Luna menguante,
son mas largas las horas
y el Sol por el día ya no aparece,
envidiando el amor,
de la Luna y su amante.
Fue el Sol obstinado a robarse a la Luna
cual niño queriendo lo que no será suyo,
con sus rayos enceguecía el Sol a la Luna
muy lejos del Mar,inventándole mundos,
diciéndole que él mejor la podría amar.
Ingenua y curiosa la Luna de ojos ciegos con el sol se perdía
pensando que al llegar el alba a su Mar volvería,
no sabiendo que el Sol pretendía que a su lado reinara
y allí por siempre brillando quedara.
Atrapada se hallaba la Luna,
en un cielo de Sol,que no era suyo,
lejos del Mar donde danzaba,
la Luna casi ya no brillaba,
mas el Sol iracundo,violento se elevaba
dispuesto a matar la luz y también a la Luna
si al Mar ella volvía por su amor y fortuna.
El Mar en respuesta tempestades hacía
oleajes airados sobre barcas perdidas
marineros incautos en sus olas mecía
que el Mar no haya calma de amor o fortuna,
si esta lejos la Luna.
El Mar embravecido y el Sol impetuoso estaban
que todo lo que de ellos nacía
también en su furia así lo mataban;
que si del Mar era Luna,el Sol la tenía,
y que si el Sol la tenía,del Mar era Luna.
Quizo la Diosa terminar con tal disputa
que solo la vida en la tierra dañaba
y puso a Luna en su regazo como en una real cuna,
el Sol en castigo la vería solo un instante
entre el ultimo atardecer y la noche,
y el Mar la tendría para amarlo y danzar
antes de al alba volver a su cuna.
Amándose así,viven el Mar y la Luna
en encuentros furtivos
en danzas felices de amor y fortuna
que dura un instante como dos fugitivos,
que por amarse cayeron cautivos.
Y cuenta el cuentista como sin querer lo cuenta,
que en noches sin Luna o Luna menguante,
son mas largas las horas
y el Sol por el día ya no aparece,
envidiando el amor,
de la Luna y su amante.
Roxana A.Beloglio
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