¿Dónde vas zagal cruel,
dónde vas con ese nido,
riendo tu,mientras pían
esos tristes pajarillos?
Su madre los dejó solos
en este momento mismo,
para buscarles sustento
y dárselos con su pico...
Mírala cuan azorada
echa menos a sus hijos,
salta de un árbol a otro,
va,torna,vuela sin tino:
al cielo favor demanda
con acento dolorido,
mientras ellos en tu mano
baten el ala al oírlo...
Tú también tuviste madre,
y la perdiste aún muy niño,
y te encontraste en la tierra
sin amparo y sin abrigo...
Las lágrimas se le saltan
al cuitado pastorcillo,
y vergonzoso y confuso
deja en el árbol el nido.
Martinez de la Rosa
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