Espiritus flotantes del alma
en formas de mariposas vuelan al alba
rumbo al jardín de las memorias
abrazando en su vuelo
mi delicado traje de terciopelo
aguardo el té de jazmín
en el que por la mañana se posaron
bebo la dulzura de la pócima legendaria,
amarga y dulce,
y por amarga aún mas dulce.
Mariposas del tiempo que me cuentan
de otros tiempos
que me hablan de letras de amor muertas,
que aun pululan por el aire,
como flores que se abren en silencio
en espera del rocío.
Que atraparlas quiero por siempre
en el frágil cristal de mi ardiente pecho.
Roxana A.Beloglio
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