Todos cometemos errores y todos alguna vez en el camino de la vida fuimos injustos e hicimos sentir mal a alguien que no lo merecía,(aunque dicho sea de paso nadie lo merece),el dilema luego fue: ¿pedir perdón o no? y sobre esto se ha dicho mucho y se ha dejado hablar mucho al orgullo que siempre es mal consejero en las relaciones personales,hasta hay una frase de cliché para animar a no pedir perdón a nadie,la frase dice:"Solo a Dios se le pide perdón" excluyendo con esto a toda la humanidad,¿pero es cierto eso? ¿ es acaso Dios tan egoísta o nosotros tan limitados en nuestra empatía con el prójimo como para creer que solo a Dios se le pide perdón?...No,la verdad es totalmente contraria,pedir perdón en una muestra de amor y de gran empatía además justicia con nuestro prójimo a quien dañamos,aún si no podemos arreglar nada,pedir perdón es un bálsamo que calma el dolor,una caricia sobre la herida que causamos,es secar las lágrimas en las mejillas de aquellos a quienes lastimamos,es dar de beber a quien dejamos con sed,pero principalmente pedir perdón es amar con sinceridad y humildad.
¿Y que hay del que debe perdonar la ofensa?,se suele decir "te perdono"(pero se piensa: "me las pagaras" ó "no olvidaré lo que me hiciste") ese no es un perdón autentico que nace del corazón y llega hasta el cielo,un rabino judío hace mas de dos mil años dejó claro como debíamos perdonar al decir "perdonen hasta a sus enemigos y sigan orando aún por los que los persiguen";si poseemos un alma grande perdonaremos de corazón aún hasta a nuestros enemigos ¡cuanto mas a nuestros amigos!..Pidamos perdón y aprendamos a perdonar,seamos libres de demostrar este tipo de amor sin temor,porque como dice la frase de hoy:
"Disculparse no hace a nadie mas pequeño y quien perdona posee un gran corazón"
Roxana A.Beloglio
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