Hoy lunes de luna, luego de dar un pequeño paseo entre mis gardenias pensando en el sol, me vinieron ganas de revisar mi libro de cuentos que siempre me espera para llevarme allí donde la luna no se pone jamas y me encontré con este cuento que en verdad disfrutaba en las tardes de abril florido cuando todo era nuevo y aún no tenían formas las nubes del recuerdo...Aquí lo dejo:
Un
leñador estaba un día cortando un árbol en la orilla de un rió.El hacha
le resbalo de la mano y se le cayó al rió,hundiéndose en el.
Lleno
de pesar se sentó en la orilla y se puso a llorar.El Espíritu de las
aguas,que había oído sus lamentaciones,se apiado de el y se le apareció.
Cuando hubo sabido el motivo de su pena,el Espíritu de las aguas bajo al fondo del rió,y sacando un hacha de oro,le pregunto:
_¿Es esta tu hacha?
El leñador respondió:
_No;no es esta la mía.
El Espíritu de las aguas bajo de nuevo al rió y saco un hacha de plata.Y dijo al leñador:
_¿Sera quizás,esta tu hacha?
El hombre respondió:
_No,tampoco es esta mi hacha.
Entonces el Espíritu de las aguas,bajando por tercera vez al fondo del
rió,le trajo su verdadera hacha.Al momento de verla,exclamo el
leñador,lleno de contento:
_¡Esta si que es la mía!
Tan
complacido quedo del hombre el Espíritu de las aguas que en premio de su
honradez le regalo también las otras dos hachas.En seguida se fue el
buen hombre a su casa para enseñar el regalo y contar la aventura a sus
compañeros.
A uno de los leñadores se le ocurrió hacer lo
propio que había hecho su compañero y ver si le tocaba la misma
suerte.Acercose al rió,dejo caer su hacha en el agua y se puso a llorar.
El Espíritu de las aguas le presento un hacha de oro y le pregunto:
_¿Es esta tu hacha?
El leñador,muy contento,se apresuro a decir:
_Si,si;esta es la mía.
Entonces el Espíritu de las aguas,para castigarle por su mentira,no le dio ni el hacha de oro ni la suya propia.
De The new American Reader
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