Un ave muy triste llegó a mi ventana,
lloraba y tenía el ala quebarada,
curé sus heridas,
sanaron las mías.
Tenía en sus alas azul del cielo,
mandé un mensaje que llevó en su vuelo,
¡también quiero alas!
¡tambien quiero cielo!
también quiero yá
remontar el vuelo.
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