Cuando el telón baja y llega la hora en que las luces se apagan para no prenderse mas,en que la bulliciosa voz del público es tan solo un eco que se pierde en el inmenso mar a orillas del Estigia ¿qué ve el alma,único vestigio del artista? ¿la representación completa de la pieza de teatro en la que fue el protagonista?¿con mente crítica se dice que pudo hacerlo mejor?¿quedará satisfecho de su actuación cuando baje el telón?¿o se arrepentirá de lo que no hizo?... quizás debió levantar mas la voz cuando declamaba en el momento de la tragedia Shakespeariana,quizás tenía que amar mas cuando interpretaba a Romeo,ser audaz cuando personificaba al Conde de Montecristo,paciente y humilde cuando era Jéan Valjéan,rudo cuando se trataba de Etiene,poético cuando declamaba a Bécquer o invadido por la desesperanza y la nostalgia en la hora suprema cuando fue Cyrano de Bérgerac...en fin, hizo su mejor esfuerzo ¿pero lo hizo bien?¿qué le quedó por hacer?... dicen que nos arrepentimos mas de aquello que no hicimos,que de lo que hicimos,será porque esta pieza teatral no permite ensayos y cuando el telón baja y la obra termina,solo nos queda hacer una elegante reverencia y partir diciendo ¡adios!....con o sin aplausos.
Roxana A.Beloglio
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