Umberto Eco,de la mirada divertida,unas veces crítica y otras voraz,amante del wisky que animaba su genialidad audaz,Umberto del nombre,amante de la rosa,rey de la palabra que lo sabía todo y por sabio simulaba que las ignoraba todas,urgador de los misterios y sus letras muertas a las que hacía renacer cual Ave Fénix elevándose de entre sus cenizas para en la eternidad jamás morir,su poesía daba melodía al universo y corazón a los humanos.
Pensador apocalíptico de una Italia que hoy pierde en la voz de su palabra visionaria la sagacidad de ver el futuro con tanta claridad como su genialidad lo hacía,aunque como siempre dijo:
"no todas las verdades son para todos los oídos".
Italia le llora,hoy el mundo está de duelo, la pluma cae y guarda silencio en espera de poder leer su magistral despedida,
Pape Satàn Aleppe, que fue tan misteriosa como él en vida.
Roxana A.Beloglio
Si una gran pérdida, un hombre de gran curiosidad intelectual.
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