En los orígenes de la humanidad, la mujer era la deidad más importante; las diosas representaban la fertilidad de la tierra.Una de estas divinidades fue Anat, la diosa guerrera de la fertilidad. Durante el mito que protagoniza decora su cuerpo con una sustancia llamada henna.
La belleza de este arte rápidamente se trasladó a las bodas y en poco tiempo ninguna novia se podía casar sin tener las manos decoradas con henna.
Sin duda alguna, un tatuaje te cambia la vida
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