Confío en las Hadas que le dieron alas a mi pecho,
y mi alma pintaron de rosa y azul,
Confío cuando ellas en las silenciosas tardes de tu ausencia
mis sueños vienen a pintar.
Confío en las Hadas cuando el calor de su amor es tu amor,
cuando sus tiernos brazos me abrazan
es tu alma la que me viene a besar.
Confío en las Hadas desde que la vida era un sueño
del cual no deseaba despertar
confío en las Hadas cuando a solas me pongo a pensar
Ellas renuevan la esperanza de un amor casi perdido
por la infamia y el agravio de las gentes que esperan,
que este amor vaya al olvido.
Confío en las Hadas como confía el niño en el materno abrigo,
Aunque mis alas por un momento se rompan,
aunque mi pecho por un instante quieto se quede,
aunque las horas lentas esperen el día
Tus manos en mis manos,
tus besos en mi boca,
tu corazón en el mío.
Aunque perdido y desolado te encuentres
confío en las Hadas que nos dicen,
que todo mal tiempo es pasajero,
que cuando la luna brilla,
brilla aún mas resplandeciente
confío en las Hadas que jamás nos mienten y que prometen
que nuestro amor es para siempre,
vida mía.
Roxana A.Beloglio
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