jueves, 6 de agosto de 2015

Las canillas de la muerte

Hoy andando entre la Luna y el sol me vinieron a la memoria los relatos de mi abuela,historias para asustar a los niños que se niegan a dormir temprano...bueno eso ella decía...Ah! gran personaje mi abuela Laura,siempre tenía masticando algo en la boca,(nunca supe que) y abría los ojos enormes cuando su historia llegaba al climax de suspenso mientras bajaba al voz;así era ella,una rapazuela en su juventud y mas en su vejez,así supongo,pues si,mi abuelita que el cielo tenga a buen recaudo solía contarme algunos cuentos cada noche antes de dormir ....creo que ella disfrutaba tanto como yo repasando esas historias que seguro de niña a ella también le contaron ¿o vivió?...

 En fin,recuerdo aquella historia que me solía contar para que yo no me quedase hasta tarde por allí jugando y me fuese a la cama temprano,era sobre una costurera que vivía en el camino de una encrucijada en un pueblo muy alejado;la historia comenzaba así.......

María era una joven costurera de un pueblo de los Andes,el pueblo donde ella vivía era muy pequeño y antiguo,se había construido desde éste lugar la primera carretera de Huánuco a Lima y en sus tiempos fue éste pueblecito muy mentado.En el tiempo en que María vivía en este pueblo,se tenía por costumbre (y aún se tiene aunque no tanto como aquel entonces) celebrar con pompas y platillos el aniversario de la ciudad de Huánuco,y una de las atracciones principales era el desfile de las famosas "Pallas" ó Princesas,mujeres jóvenes de las que se decían las mas bonitas del lugar,adornadas con hermosos trajes de encaje delicadamente cosidos a mano,sus abundantes y largos cabellos eran hermosamente adornados con peinetas traídas desde la madre patria,España,o con bellisimas orquillas de plata hechas por los mas afamados artesanos de platería en el país y que veían en ésta fiesta la oportunidad de sobresalir con su arte mas que sus mas cercanos competidores;ellas lucían estos hermosos atavíos desfilando con elegancia mientras abrían y cerraban sus abanicos de encaje negro,eran pues estas hermosas Pallas las reinas del lugar aquella semana de fiesta, y todas se esmeraban con bastante anticipación en mandar hacer  sus hermosos vestidos,para lograr ser la mas bellas entre las demás Pallas, a las costureras que se lucían también en este arte.

 María pues frente a tales acontecimientos era la mas buscada y solicitada para coser los hermosos trajes,los cuales debía confeccionar al gusto y exigencia de sus muy engreídas clientes.Pero hubo un año,un año como ningún otro,en que la ilusión y la fiesta de las Pallas se vino por los suelos y las gentes se quedaron en sus casas o en la iglesia sobrecogidas y haciendo la señal de la cruz a mas no poder.

 Aquel año acercándose la fiesta de las Pallas por el aniversario de Huánuco, María la costurera,había tenido que viajar a Lima para velar por su hermana que se encontraba muy enferma y permaneció con ella hasta su total recuperación,al regresar se preocupo muchisimo,estaba muy retrasada para coser los vestidos que le encargaran para la fiesta en cuestión,y estos encargos de costura eran muchos;así pues pensó que  cosiéndolos al paso de siempre no los terminaría oportunamente y no era cosa de decir:"no pude acabar a tiempo,disculpe usted" ya que esto de las fiestas y trajes de tradición es muy serio en las provincias hasta nuestros días,aunque no en la capital,la costurera incumplida podría ir a dar a la cárcel del pueblo por lo menos tres meses como reprimenda a su falta de respeto.
Si María hubiese sido una mujer cautelosa pero además menos ambiciosa,hubiese pensando en pedir ayuda a las costureras del pueblo vecino,que aunque no tan diestras como ella en éste arte,hubieranle salvado de este mal paso,pero eso significaba que compartiera la ganancia y como ya dije,María era muy ambiciosa.Se dijo a si misma:
_No me queda otra,tendré que coser por el día y también toda la noche.
Pero ello le daba cierto temor,quedarse despierto por la noche atemorizaba a todo ciudadano que vivía en el pueblo de María en aquel entonces,¿por qué? pues porque contaba la leyenda (y muchos lo afirmaban por haberlo visto)que por el pueblo cruzaba el camino de la encrucijada,conocido hasta hoy como "La encrucijada de la muerte", todas las noches a las 12 horas, la Muerte llevando las almas que eran destinadas a entrar en el infierno por toda la eternidad,esta por ser una labor amarga aún para la reina del Hades,que siempre prefería tocar las puertas del cielo o del purgatorio,a tocar las puertas del infierno para luego escuchar los gritos y lamentos,suplicas de las almas que había traído hasta éste lugar y le rogaban que no los dejara allí.
La muerte pues destestaba ésta labor y prefería ir en silencio preparándose para soportar los lamentos que se vendrían,y por esta razón es que se ponía de muy mal humor cuando encontraba que alguien del pueblo se quedase despierto haciendo ruido(ya que la muerte siente hasta la respiración mas baja)que la distrajera en su paso,cuando eso sucedía con mucha furia se llevaba también el alma a aquel que osaba distraer sus profundas cavilaciones.Todos esto sabían las gentes del pueblo en el que María vivía y creían fervientemente en que así sucedía, no solo por la leyenda pasada de generación en generación,sino también por las extrañas desapariciones de gente del pueblo y alrededores que habían osado irrespetar el paso de la Muerte.
Ahora María pensaba en esto,pero su ambición era tanta que superaba su temor y decidió trabajar empezando por aquella misma noche esperando que nada pasara confiando en su "buena suerte",que así piensan tener la suerte,todos los ambiciosos.

 Era ya casi la hora....era ya casi media noche y María manejaba el pedal de la maquina como enajenada,pensando solo en el dinero que ganaría luego de terminados estos vestidos y evitando pensar en la hora,la fatídica hora que confiaba superar,el sonido de la maquina era frenético é imparable y aunque intentaba no pensar en la Muerte,el corazón a medida que las horas se hicieron minutos y los minutos segundos,parecía elevar su pecho a punto de estallar;cualquier persona sentada a su lado hubiese podido sentir sus rápidos latidos,pues ella ya no los sentía en su pecho sino en sus oídos como golpes de un martilleo constante.Cuando el ruido del solitario reloj de la plazuela comenzó a dar las doce campanadas los latidos de su corazón se detuvieron casi por completo,por un momento María se detuvo,dejo de coser intentando oír algún ruido que le advirtiera de la presencia de alguien que estuviese fuera,pero no oyó nada mas que el lejano aullido de un perro y luego el silencio y el soplar del viento....pero nada mas.
_No pasará nada_Se dijo a si misma.
Y cuando creyó que todo recuperaba su calma,comenzo lentamente a mover el pedal de la maquina pero,un golpe seco en el profundo silencio de la noche se sintió en su puerta,...y luego otro mas,unos golpes fríos y con eco.
_¡No debo abrir!_pensaba,mientras su cuerpo temblaba,pero sabía por las leyendas que era peor no abrir cuando la Muerte llama a tu puerta,pues ésta se llevaría a toda su familia también antes de la hora señalada.
Armose de valor pues,apenas si pudo levantarse,las piernas le flaqueaban,un frió helado parecía abrazar su cuerpo en medio de la noche y sentía el rostro como si fuese de piedra,abrió la puerta lentamente y un viento helado con un olor nauseabundo la golpeo en el rostro.
¡Alli estaba!...era pequeña,o quizás se veía así porque estaba encorvada,lo cierto es que tenía la cabeza agachada y las manos juntas,llevaba un hábito de monje muy raído cuyo capuchón no le permitía ver su rostro.La Muerte levanto despacio la cabeza hacia María y mirándola fríamente,como solo la Muerte puede mirar,le dijo:
_Buenas noches...
A María esa voz venida desde ultratumba le heló los huesos y vio el rostro de la Muerte,extremadamente delgado,podía verse sus huesos a través de una fina capa de piel y era escalofriantemente blanca,sus ojos eran enormes y ¡tan negros! que a María le pareció que así debía ser la oscuridad que ven los muertos en lo mas profundo del Hades,su boca apenas si se notaba y carecía de nariz.

 María temblaba toda,de entre sus labios parecía salir espuma como dicen que les sucede a aquellos que estando vivos y sin ser su hora ven a la Muerte,sus cabellos se habían erizado,ya no sentía latir su corazón,entonces la Muerte le volvió a hablar:
_Guardame esta velas...mañana a la misma hora las vendré a recoger_Dijo la Muerte haciendo sonar sus enormes dientes mientras pronunciaba estas palabras.
María no profirió palabra alguna,solo estiro el brazo como autómata y tomo las dos velas encendidas que la muerte le alcanzaba,al soplar para apagarlas,alzo los ojos y la muerte ya no estaba;sintió entonces el viento frió soplar en su cara y enfriar mas aún las gotas de sudor que resbalaban por su frente,cerró la puerta y puso las velas en una repisa que quedaba junto a ésta.
_¡¿Por que tuve que desobedecer así las leyendas?!¡¿por qué desafié así a la Muerte?!_Se decía cayendo en desesperación María_¡ahora me ha dejado su señal para llevarme mañana cuando regrese por su encargo!...¡¿que hacer ahora?!¡¿que hacer?!,no quiero que me lleve al infierno,¡nooo!_María lloro amargamanete hasta que el sol hubo salido,entonces corrió hacia la iglesia y le contó al sacerdote todo lo acontecido pidiendo que le ayudase,el cual luego de hacerse muchas cruces sobre el pecho y mirar al cielo repetidas veces le dijo que estaba convencido de que esa,efectibamente había sido la Muerte,ya que en aquel pueblo estaba el camino llamado "La encrucijada de la Muerte",no por gusto sino porque decían que por una de las calles del pueblo que terminaba en cuatro,(una encrucijada)solía pasar la Muerte todas las noches entre 12 y 3 de la madrugada llevando consigo el alma de los fallecidos destinados al infierno,pero que ningún vivo debía ver su paso ni perturbar su meditativo andar,por lo cual siempre se había aconsejado a toda la gente del pueblo que no se quedase hasta esa hora despierta...

 El sacerdote le dijo además:
_¡Lo ves María! hay tantos misterios entre la tierra y el cielo que es mejor no desafiarlos hija,...pero en fin,te ayudare a pesar de tu errada conducta,mira hija harás lo siguiente,conseguirás doce niños y un rosario,para esta noche,cuando dé la hora señalada tu abrirás la puerta rodeada de los doce niños que deberán estar arrodillados mirando al cielo,del cuello deberá colgarte el rosarios del cual leerás doce piedras en voz alta y luego de hecho esto,entregaras sus velas a la Muerte,pero recuerda de hacerlo exactamente como te lo he explicado o ella te llevará en cuerpo y alma.

 María consiguió pues todo para la hora señalada y llegado el momento abrió loa puerta tal y como le dijera el sacerdote,la Muerte quedo parada frente a ella sin decir nada,pues parecía conocer ya le ritual que estaba a punto de llevarse a cabo,las pocas velas que habían en la estancia se apagaron con un viento frió que no se sabe de donde sopló, la costurera temblaba de pies a cabeza,teniendo casi los labios paralizados,rodeada de los niños que poco o nada entendían del asunto,abrió la puerta,sus pies parecíanle de plomo,su rostro un tempano de hielo y su mirada fija parecía detenerse en el tiempo mientras miraba el hábito oscuro...,sintió entonces una voz sepulcral decirle:
_¡Vengo por mis velas!_Estirando una mano descarnada

 En ese estado María procedió a leer  las doce piedras del rosario y luego,cuando estiro la mano hacia la repisa donde una noche antes guardara las velas,vio con sorpresa y temor que las velas ya no eran velas sino dos canillas de calavera,dos huesos secos y polvorientos,volteo a mirar lentamente a la Muerte y bajando los ojos  vio que ésta no tenía las piernas completas y temblando toda ella,le entrego a la Muerte su encargo.La Muerte le hablo entonces de ésta manera:
_¡Agradece!...los niños representan a los ángeles de Dios por su inocencia y yo no puedo atravesar el muro divino que su inocencia forma ,de lo contrario ¡te hubiese llevado conmigo!_Y dicho ésto desapareció junto con las almas de aquellos miserables condenados al infierno que afuera le aguardaban.
 No tengo que describir el alivio que sintió la costurera al ver desaparecer a la dama del Hades,el caso es que algunos de experiencias como éstas aprenden la lección, y otros solo aprenden lo que se les antoja que haya que aprender,la costurera era de éstos últimos y poco o nada había aprendido de esta lección.
Al día siguiente María estaba muy feliz de haberse podido librar de la Muerte ¡y más del infierno!;¡pero aún tenía que terminar los encargos,retrasados aún mas por lo acontecido,paso buen rato pensando en qué hacer,y como les pasa siempre a las gentes que de lo vivido no aprenden mas que a hallar la manera de evadir su ruina intentándolo de nuevo,llego a la conclusión de que podía coser toda la noche y que si la Muerte venía,sería sencillo al día siguiente hacer lo que ya había hecho la noche anterior y la Muerte no podría llevársela.Mas con la muerte no se juega ya que no tiene humor para las bromas...¡Insensata!como los insensatos de todos los tiempos que piensan superar aquello que ni siquiera conocen y sucumben en el intento.
Aquella noche pues,ocurrió lo esperado,la costurera cosió desafiante ya sin temor hasta la media noche,la Muerte la visito,le dejo el cadavérico encargo el cual recibió María con cierto desprecio pensando en poder burlar a la señora parca la noche siguiente,se fue la Muerte prometiendo volver y la costurera no quedo tan preocupada como el día anterior.
_Será fácil_Pensó_solo conseguir doce niños y un rosario ¡nada mas sencillo para librar mi alma del infierno!.
¡Pero ¿quien puede huir de la Muerte sin tener al final que conocerla?!...Aquella tarde tres de los niños habían enfermado gravemente,cuando María fue a buscarlos los encontró con sus rostros y manos amarillos y con una fiebre que los había consumido en pocas horas,decían las gentes que el contagio de aquella extraña enfermedad había venido desde las montañas de la selva amazónica y solo esperaban que mejorarían con los remedios y cuidados que el doctor del pueblo  les prodigaba,aunque la gente del lugar enterados de las cosas acontecidas a María,pensaban que era el resultado de que estos niños vieran la noche anterior a la Muerte en casa de María;pero no era por este motivo el mal de los infantes,ya que la extraña enfermedad que les acontecía no era otra sino la que mas tarde se llego a conocer como la fiebre amarilla transmitida por algunos mosquitos de la estación y de la cual días mas tarde estos niños encontraron completa recuperación.
María entonces si que se asusto,¡¿dónde a estas horas conseguiría mas niños'!puesto que el pueblo era chico y pensando las gentes que la extraña fiebre era el producto de su encuentro con la Muerte en su casa, todos se negaban a dejarle a sus niños para la noche por venir,achacándole mas de una culpa por todo lo que estaba sucediendo,corrió toda la tarde por el pueblo en busca de niños mas solo, y luego de tanto esfuerzo,llantos y súplicas,pudo encontrar a cinco.
_Es suficiente,con estos bastara_Dijo María.
Como ya sabemos lo atrevida de la costurera en sus razonamientos,esta no tardo en concluir pensando que la Muerte al estar de paso no se tomaría el trabajo de contar niños,¡muy atolondrada esta costurera!.
Y cuando llegó la hora la Muerte toco su puerta tal y como lo hiciera antes,María abrió y como la noche anterior rezo las doce piedras del rosario,mas cuando ya le iba a entregar a la Muerte su encargo,se percato que las velas seguían siendo velas y miro con espanto que la Muerte se presentaba ante ella de cuerpo entero y al momento de entregarle sus velas a la Muerte,la Muerte se la llevo en cuerpo y alma.

 Habían ya caminado poco mas de una hora en la cual María estaba con la cabeza  baja arrepintiéndose por su desobediente proceder_¡si no hubiese hecho esto,si no hubiese hecho aquello!_se decía_¡Ay si tan solo hubiese hecho lo debido!_se lamentaba,pero ya nada se podía hacer,ó quizás ¿si?....
Pensando María arder eternamente en el infierno y ver que el tiempo corría y quizás fuese pronta la llegada al lugar ardiente,se desespero:
_¡No quiero ir al infierno!_Comenzó a suplicarle a la Muerte que sin oírla continuaba su paso
_¡No me lleves allá por favor,te lo suplico!_Pero la Muerte continuaba su silencioso andar
María pensó entonces  que hacer para librarse de ese cruel destino,deseando convencer a la Muerte de que no la llevase al infierno, reparo en que la Muerte no traía nada por ropa mas que un hábito negro muy desgastado,eran casi harapos los que su majestad del inframundo lucía,y al ver detrás de la Muerte a las almas condenadas las vio desnudas en medio de las gélidas montañas  que tenían los caminos que conducían al inframundo,

 Una diabólica idea fue tomando forma en su mente,nada desprovista de elucubraciones;que si bien no era la solución mas apetecible por lo menos la conservaría con vida y ya luego ella quizás inventaria la manera también de escapar de esa suerte.
Habló pues, a la Muerte en los siguientes términos:
_He notado Señora_Le dijo_que usted no tiene algo apropiado que ponerse,que vaya de acuerdo a la insigne persona que es su merced y es muy lamentable y hasta vergonsozo ver que ni siquiera pueda dar a sus ánimas con que penar sus pecados camino al infierno;como ha de saber yo soy costurera y fue en ese afán que usted me encontró y cargo conmigo,pero si usted quisiera,yo podría coser para usted y para sus ánimas,tenga la seguridad que le devolvería en su traje el respeto que usted se merece y así nadie osaría ¡Mal que me haya! desafiarla,pero esto requeriría que no llevase usted mi alma al infierno,lugar donde mi talento de costura ardería por los siglos de los siglos sin propósito mas que el de calentarme siendo verano,prometo que coseré y coseré sin cesar para usted si hace una excepción y me libera de ese destino tan cruel.
La Muerte no respondió en el momento,sus enormes ojos negros parecían perderse en el infinito,pero era cierto,en las altas montañas de los Andes hacía mucho frío aún para la Muerte,así que la llevo hasta la puna mas alta,puna donde había una choza abandonada y donde la Muerte dejo cosiendo a la costurera.... desde aquel entonces,María cose para las ánimas que lleva la muerte unos hábitos plomos que los cubre desde la cabeza hasta los pies,y desde aquel entonces la Muerte luce hábitos mas acordes a su fama.
 María no puede escapar de ese destino pues un halo oscuro cerca el lugar como una prisión sin barreras y sin muros.

 Mi abuela no veía mejor momento que éste para advertirme:
_ "Si tu por casualidad llegas a una puna muy alta y encuentras a una viejecita cosiendo,¡huye! es María envejecida ya por los siglos que han pasado,si te ve podría confundirte con algún ánima y entonces te cosería un hábito plomo y la Muerte vendría por ti....

Cuentan hasta el día de hoy las leyendas,que algunos campesinos que se han aventurado a transitar por las punas mas altas de huánuco,han visto un pequeña casa de paja en una de las mas altas punas;osando acercarse vieron a una costurera que parecía tener cientos de años,con la apariencia de momia pero viva,cosiendo incansable  unos hábitos plomos;dicen que espera hasta el día en que la muerte ya no sea mas,para solo allí poder ella descansar de su eterno coser......
¡FIN!
Bueno aquí terminaba mi abuelita de contar su cuento de terror diciendo:
_¡ya niña se hizo tarde,hora de dormir!_y mientras ella en menos de 3 minutos comenzaba a roncar,para mi comenzaba una muy larga noche de terror....
 
Roxana A.Beloglio
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