Es así que el 13 de junio de 1938 se fundó la Asociación de Artistas Aficionados como una entidad de carácter privado, cuyos fines consisten en la promoción de la cultura en general y las artes en particular, tanto en Lima como en todo el país.
A lo largo de los años la AAA produciría bellos frutos que significarían importantes hitos en el desarrollo cultural: El primer ballet peruano, la primera Escuela de Arte Dramático, los primeros Autos Sacramentales en nuestra era republicana, el Coro, Instituto Libre de Cultura Artística, aparte de viajes al exterior llevando nuestro arte.
La labor de la Asociación de Artistas Aficionados no sólo se vio en el Perú, pues llevó una delegación con diversas disciplinas artísticas por Europa, presentándose entre otros lugares en el Teatro de los Campos Elíseos en París.
En la actualidad la AAA sigue apostando por el Centro Histórico de Lima. Genera nuevas obras de teatro: El jardín de los cerezos, Función Velorio, Los Amores de Don Perlimplín y Belisa en su jardín, Morir, Cacúmenes, El soplador de estrellas Yerma: mujer que no se habita; Sol, Luna y Talía, La Eternidad en sus ojos, Promoción y Función Velorio.
La AAA ha sido declarada Centro Cultural, PUNTO DE CULTURA y entidad meritoria del Teatro por el Ministerio de Cultura. Actualmente ofrece en sus instalaciones talleres de artes escénicas para niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos.
Como aquel 13 de junio de 1938, la AAA hasta ahora sigue apostando por un tipo de trabajo social y educativo, desde la creatividad y la diversidad cultural, que pretende mejorar la calidad de vida de las personas y las comunidades en todas y cada una de sus dimensiones.
Un lugar donde se puede uno apartar del mundo para encontrar su ser interior y así caminar de la mano con el arte y la cultura tras los pasos de la Luna.
Asosiación de artistas aficionados
Asosiación de artistas aficionados
Jr.Ica323
Lima
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