Dictada por el corazón enamorado sin que su dueño siquiera se enterara,
escrita estaba la carta...
Su destino era seguro,
el corazón latiendo del alma enamorada que en silencio,
con ansias esperaba.
con ansias esperaba.
¡Significaba tanto cada palabra sin decir nada!
Que los sentimientos se hubiesen vuelto aves,
que las palabras hubiesen tenido alas,
que hubiese volado pronto hacia tu pecho
usando mis besos como llaves.
usando mis besos como llaves.
Pero esa carta nunca llego,
quìzo el destino que en el camino se perdiera
hoy abriga tu corazòn y el mìo la única carta que al final,
jamás se perdió...
jamás se perdió...
Roxana A.Beloglio
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