Como Penélope atrapada en la penumbra,
tejiendo sentimientos en la noche
para destejerlos por el día
estoy aquí sentada mirando la pared,
sola,vacía,desolada
intentando una vez mas saltar el muro,
ese muro sangriento que sutil me invita a la digna eternidad
y tu piedad es la canción de cuna
de una madre que no eres tu
arrastrando los pies por las calles,agónica,mutilada
llorando en cada sonrisa
en mi rostro dibujada
yo,un alma torturada a tus pies encadenada,
abrazando mis cadenas
por miedo a la libertad
Y cuando llegue el momento en que decaiga el atardecer
y mis ojos de miel sean solo el vestigio de la dulzura pasada
y mis palabras no abracen mas
muerto,frío,tieso,
inexistente ya.
Roxana A.Beloglio
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