Fairy Oak
En mis ratos libres no pierdo oportunidad de adentrarme en busca de esos bellos mundos perdidos que se hayan dentro de las paginas de un libro, y así,en mis intentos por saber mas,siempre logro encontrar portales de sentimientos escondidos en la voz escrita de algún libro hecho para soñar,como este
,Fairy Oak de la autora
Elisabetta Gnone que hallé en una antigua libreria perdida en la ciudad y que rescate para rescatar los sueños de Luna
.
Y no me resisto,y siento,y pienso,y miro,y sueño,y quiero
adentrarme siempre más....
Como en un sueño del que elijo no despertar Lala Tomelilla
me invita al valle de Verdellano y al maravilloso pueblo del Roble encantado,donde las aves son flores flotantes mensajeras del amor.
Estando ya allí,en aquel lugar en el que todo era nuevo para mi
y sinembargo me sentía como en casa,me revelaron los cuatro misterios
de Fairy Oak
Cuatro secretos,contados en cuatro noches,
durante cuatro veladas.
Mi corazón era un mar agitado de
inquietantes incógnitas,parecía querer desbordarse mas alla de las orillas de mi pecho...
La primera noche,el primer secreto, Feli nos hablo del amor,
de la luz y la oscuridad,un poder que crea y el otro destruye,nos dijo que están
unidos y opuestos a la vez,pero que son inseparables,que no son
ni malos ni buenos,que ambos son necesarios,como el día y la noche.
¡Hay que aprender de las aves!
La segunda noche nos hablo de espectaculares hechizos de amor,
comenzó diciendonos que encontrar al compañero era una decisión de gran
responsabilidad;pero que el amor es una cosa natural y maravillosa,
solo hay que seguir nuestro instinto y ser espontáneos.
¡Hay que aprender de las aves!
La tercera noche nos hablo de la amistad....
yo estaba fascinada.
Al lado de tantos buenos y bellos seres como Mentaflorida de los senderos,
Vainilla Perivinkle,Lila de los Senderos,Atholi Mc Dale,
o Violeta de los Senderos,me sentía muy privilegiada,hasta me invitaron
a escribir mi nombre en el libro de Hadas que luego me obsequiaron...
Y la cuarta noche nos contó un adiós...
Así que tuve que volver pero soy feliz,se que puedo visitar Fairy Oak
cuando quiera nuevamente sentir mariposas en mi estómago.
Roxana A. Beloglio
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